Las carreras de
obstáculos para niños
Un proyecto educativo
emprendedor que utiliza el deporte como motor de cambio en los niños/as y
su entorno escolar. A este respecto, las carreras de obstáculos se han
convertido en una herramienta espectacular para generar aprendizaje también en
los más pequeños de la casa.
Las caras pintadas con rallas, cual
guerreros y sus inmensas ganas por participar les ayudan a enfrentarse a retos
como reptar, subir unas cuerdas, atravesar aros, saltar bancos y cargar
ladrillos al mas puro estilo de los grandes superhéroes. La carrera finaliza
con una prueba de habilidad que desafiaba su puntería. Con globos de agua será
la herramienta escogida para lanzar a una diana que se encontrará temblando de
miedo en la pared.
EL TRABAJO EN EQUIPO AYUDA
A LOS NIÑOS:
La excelencia en la práctica deportiva en equipo requiere algo más que
una serie de grandes esfuerzos individuales reunidos en una sola lista. Los
equipos que tradicionalmente se desempeñan mejor son capaces de trabajar juntos
de manera fluida y eficaz con el mínimo de individualismo.
El trabajo en equipo en el deporte ofrece a los atletas una serie de
beneficios adicionales. Algunos tienen un impacto directo en el desempeño de
los jugadores, mientras que otros aseguran una relación sólida entre los
compañeros de equipo, incluso cuando las cosas no vayan bien
Las
carreras de obstáculos no solamente se restringen a los adultos. Los más pequeños también tienen derecho
a barnizarse de barro y además sin ser regañados.
Pues los más grandes suelen repudiar esta idea
de manera tajante. Aunque como bien sabemos, las carreras de obstáculos
no únicamente consisten en llenarse de barro hasta las pestañas.
La famosa carrera de obstáculos saca su lado más infantil y ofrece a los más pequeños la
oportunidad de imitar a sus padres a través de las pruebas más descaradas de la
historia.
Una carrera hecha totalmente a su medida para
que demuestren libremente y sin restricciones su más puro sentido del
“gamberrismo”. Pequeño, por fin ha llegado el momento de correr de manera
despiadada por el monte, transportar troncos, rebozarse por el barro, gatear
por los charcos y trepar por los muros.
Todo ello acompañado por una manada de niños que sin
lugar a dudas se convertirán en tus amigos.
Estas
extremas carreras de obstáculos han atraído a un número ascendente de adultos
amantes del running más aventurero. Aunque en
imágenes se aprecien con frecuencia rostros de fatiga, debilidad e incluso de
sufrimiento, la versión mini de las carreras de obstáculos
no está inventada para angustiar a ninguno de sus participantes. Es
cierto que el formato que sugiere este tipo de carreras puede parecer demasiado
arriesgado o incluso peligroso para un indefenso niño de 7 años, pero únicamente se centra en estimular las capacidades competitivas del niño
que no padecerá durante la carrera, sino que disfrutará y
se divertirá.
¿Qué
niño puede resistirse a un espectáculo de diversión y aventura como este?
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